domingo, junio 24, 2018

Algo personal...


Hoy hace un año de mi boda (si, es mi primer aniversario!).
No me gusta mucho compartir temas personales, no por cuestión de intimidad, sino más bien por vergüenza, soy bastante tímida en ese sentido; pero hoy voy a hacer una excepción.
Después de un año creo que es el momento de compartir ciertos detalles que hicieron que ese día fuera perfecto.

Uno de los temas que más nos preocupa a las mujeres en una boda, es el vestido.
No recuerdo cuantos me probé, pero fueron unos cuantos, en unas cuantas tiendas. Siempre había tenido claro que el día que me casara quería que mi vestido me lo hicieran en Cruz Temprado, pero quería probar, ver que me gustaba, que me sentaba mejor... aunque en el fondo me conozco suficiente y mi idea inicial no cambió lo más mínimo.
Después de probarme mil vestidos, llegué a Cruz Temprado. Recuerdo el probador; con un espejo enorme, espacioso y decorado con muy buen gusto. 
En 5 minutos, con unos cuerpos sencillos ya montados y un par de telas hicieron una labor de modelaje fantástica. Después de tantos vestidos probados, en un momento supieron captar lo que había en cabeza...habían dado con MI VESTIDO!
Los detalles, los fuimos incorporando poco a poco, aconsejada en todo momento y en algunas ocasiones bajo "votación".
Fueron pocas pruebas, porque desde el primer momento el vestido me encajó como un guante. Era perfecto y cada vez que lo probaba, lo mirábamos todas con cara de satisfacción.


Algo azul

El vestido

El vestido

La peluquería y el maquillaje es otra de las grandes preocupaciones de una novia. En mi caso, me olvidé poniéndome en manos de Eva Pellejero.
Previo a la prueba, me pidieron que les mandará unas cuantas fotos con lo que me gustaba, y les mandé nada más y nada menos que un pequeño dossier de mis gustos (es lo que tiene ser una tía con las ideas claras). Así, la prueba fue perfecta. Además, Eva me acompañó a una de las pruebas del vestido por si había que hacer adaptaciones acordes al estilo del vestido.





Ya solo quedaba el ramo.
En este sentido iba más perdida. No soy una gran experta en flores y si me sacas de las rosas y las margaritas...no conozco más flores!
En Cruz Temprado me aconsejaron ir a la Florería, una floristería situada en la Calle Santander regentada por José Luis.
Busqué por internet estilos de ramos hasta que día con el que me gustaba. Se lo llevé a José Luis y me hizo una adaptación espectacular. Además, le encargué una media corona de flores para ponerme en el pelo, encima del recogido.
Dio la casualidad, que la Florería se encargaba de decorar la finca donde nos casamos, así que todos los centros y el estilo de la decoración iban a juego con el ramo y mi estilo.





¡Y llegó el gran día!
Eva estuvo muy temprano maquillándome (la boda fue a las 11:00, así que imaginaos), peinándome...incluso ayudándome a colocarme algunos botones del vestido. Mi madre estaba algo nerviosa, y Eva, con las experiencia que lleva a sus espaldas, me ayudó y me transmitió una calma brutal.
El ramo llegó justo a tiempo, y junto a él, un precioso ramo que había encargado para mi madre (a gusto de José Luis, era imposible no fiarme siendo que hace cosas maravillosas). También llegó la media corona, justo a tiempo para colocarla y salir.
Mi fotógrafo amigo Dani Guerrero, ya estaba captando todos los detalles (no sin antes haber captado al novio).

El resto... ya os lo podéis imaginar: Comer, beber, el rollo de siempre...

Comparto algunos pequeños detalles:

Mis zapatos

Zapatos de recambio

Abanico regalo de mi tía

Photocall

Novios de la tarta

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