Dublín y Belfast

Tenía ganas de visitar este país y aproveché que todavía tenía días de vacaciones para hacer un escapada.

Al ser temporada baja, los vuelos nos salieron muy bien de precio, aunque nos pillaron las cancelaciones de Ryanair y unos días antes tuvimos que buscar plan B para no perder el viaje.

Volamos desde Madrid a Dublín y aunque llegamos bastante tarde, el aeropuerto está muy bien comunicado con la ciudad. Decidimos coger un taxi porque eramos 3 personas, era tarde y teníamos ganas de llegar. Nos costó unos 20€, casi lo mismo que nos habría costado el autobus a los 3.

La primera mañana aprovechamos para hacer el free tour de Sandemans. Son tours que están genial como primera toma de contacto, sirven para ubicarte y conocer la historia de la ciudad y el país.

Murallas

Castillo de Dublín

Por la tarde, después de comer en un restaurante de comida mongola que me recomendaron (The Mongolian Bar), dimos una gran paseo por la ciudad para ver algunos monumentos que no habíamos visto en el tour.

Spire Dublín

Catedral de St Patrick

Al día siguiente, nos fuimos de visita a Belfast (Irlanda del Norte). Está a unas 2 horas en autobús al norte de Dublín.

Comenzamos visitando algunas zonas de graffities antes de comer. 

Por la tarde, teníamos reservado un free tour. No es un ciudad especialmente bonita, pero su historia te cautiva y merece mucho la pena visitarla con un guía.
¿Sabíais que en Belfast se ruedan algunas escenas de Juego de Tronos? Tienen el plató donde se ruedan escenas interiores.

Albert Memorial Clock

The Big Fish

Callejón de graffities

El tercer día de viaje habíamos reservado hora para ver la la fábrica de Guinness. Más que una visita a una fábrica (no esperéis ver el proceso de elaboración como tal), es más bien una especie de visita a un "museo de la cerveza".

Guinness

Vistas desde la torre de Guinness

Salimos a mitad de mañana y cogimos un autobús hacia Howth. Es un pueblo costero situado muy cerca de Dublín (a 30 min en autobús de línea) donde se pueden ver algunos acantilados. Es pequeño, pero bonito.

Acantilados

Puerto de Howth

Puerto de Howth

El cuarto día tocaba volver a España, aunque tuvimos tiempo para dar un paseo mañanero y comprar algunos souvenirs.

Fue un viaje que me encantó y que no me defraudó. Un país con mucho encanto al que no dudaría en volver con más tiempo.