Costa Este de Canadá

Os dejo otra entrega de mi viaje de novios, esta vez más visual que otra cosa.

Nuestra segunda parte del viaje (recordad que la primera era EEUU: Washington y Nueva York) empezaba en Nueva York para continuar rumbo a Canadá con parada en Boston.


La primera parada al otro lado de la frontera, fue Quebec. Coincidía con que era el día del cumpleaños de mi primo y que él estaba de vacaciones en Canadá y justo, ese día llegaba a Quebec!
Nos pareció una ciudad preciosa, para mi gusto, la más bonita de la costa este canadiense.

Una paradita en un pequeño parque natural a las afueras de Montreal y la visita a la iglesia de Santa Anna, una excursión improvisada que nos propuso el guía y que creo que fue todo un acierto.

La siguiente parada fue Montreal. Tenía las expectativas muy bajas por lo que me habían contado, y quizás por eso, me lleve una grata sorpresa. Era mucho más bonita de lo que esperaba.

Seguimos el camino hacia Ottawa...

E hicimos un crucero por las Mil Islas...

Ya solo nos quedaba Toronto.
En este caso, al contrario que con Montreal, me lleve una pequeña decepción. Me la esperaba algo más bonita, y la primera impresión, de noche, un domingo... fue la de una ciudad con un ambiente algo "turbio". Había muchos vagabundo y gente un tanto extraña. Además, el guía nos la pintó como peligrosa.

Por último, y antes de seguir a la tercera etapa del viaje, hicimos parada en las Cataratas del Niágara.
Cuando nos preguntan que fue lo que más nos gustó del viaje de novios, siempre decimos que una de las cosas fue esta. Tal cantidad de agua (que por lo visto son ridículas al lado de las de Iguazú) y todo el despliegue de comercios, recreativos... que las rodean, nos dejó con la boca abierta.
Además, creo que pasar una noche allí merece la pena. Ver el ambiente por la noche, con todas las lucecitas royo "las vegas" (pero en pequeñísima escala), mola mucho. Y lo que mola mucho más, es ver la iluminación de la cataratas por la noche, que por desgracia no se aprecia la magnitud en las fotografías.

En definitiva, es un país precioso con contrastes entre naturaleza y ciudades que lo hacen único. Es uno de los sitios que tenía muy claro que quería visitar y que cuanto más revivo, más me alegro de haberlo incluido en el viaje.