El glamour de Mónaco

lunes, septiembre 15, 2014


Este verano me he ido a "hacer las alemanias". 

Aprovechando que mi hermano se mudaba a vivir a la Alta Baviera, hice la maleta y me fui con él como "apoyo en el campamento base". La idea era ayudarle con la mudanza (traslado, búsqueda de piso, papeleo...), aunque mi nivel de alemán antes de partir fuera nulo (y básico en estos momentos). 
Pese al problema inicial del idioma por mi parte (por esa zona no les va mucho hablarte en inglés, y los que lo hacen...menudo acento!), cumplí con con mi misión. 


Como ya os contaba en el post de relanzamiento, este parón era una excusa para recargar las pilas, aprender algo de alemán (que nunca esta mal ampliar idiomas) y hacer turismo; y en esto último es en lo que me voy a centrar.

Algo más de 1.700 km son los que separaban Zaragoza de nuestro destino final, así que como os imaginareis, no lo hicimos todo de golpe (si, íbamos en coche). 

El primer día paramos a mitad de camino en un pueblo francés llamado Mentón, situado justo al ladito de Mónaco (alojarnos en el principado se iba mucho del presupuesto). 
Nuestra idea inicial era ir en tren hasta Mónaco, pero la huelga de TGV nos chafó los planes. Fuimos a la estación, compré los billetes pese a que en las pantallas de la estación no indicaba ningún tren hacia Mónaco ese día (y mi hermano me advirtiera de ello) y tras unos minutos de espera...nos fuimos a por el coche porque vimos que aquello no tenía futuro. No había ningún cartel que advirtiera de la huelga (no enteramos más tarde viendo las noticias) y la máquina no ponía resistencia a la compra de los billetes.
Tras el percance con el TGV, nos fuimos tan ricamente en coche. El recepcionista del hotel nos había indicado dónde aparcar en Mónaco, así que nos fuimos directitos hacia el parking del puerto dónde la primera hora era gratis.


Los barcos y yates eran impresionantes, aunque no me paré a verlos bien hasta que no se hizo de noche y las lucecitas llamaron mi atención:



Sabía que era un Estado enano, pero no me imaginaba que estuviera todo "apelotonado". Está entre el mar y la montaña, con una carretera de acceso estrecha  y dónde no cabe ni un alma más.
No es una ciudad monumental, pero llama la atención ver todo el lujo que la rodea (las tiendas, los edificios de apartamentos, el puerto, los restaurantes...).

Después de cenar, nos fuimos hacia la zona del Casino de Montecarlo, el summún del lujo de Mónaco (aunque el parking que hay junto al casino también es apto para pobres, las dos primeras horas son gratis).
Junto al edificio del Casino, se encuentran un hotel y una café de lujo que dan a la plaza del Casino un aire de grandeza. El resto del principado no está excesivamente iluminado, pero es llegar a esa zona...y los edificios brillan con luz propia!


Los coches aparcados a la entrada...imaginaos como son...


Otros edificios "turisticos" que merecen la pena son la Opera, la Catedral y el Oceanográfico y Acuario. 

Tampoco hay que olvidarse del Castillo de los Grimaldi, situado en lo alto de la "Roca de Mónaco". Este castillo lleva siendo fortaleza de los Grimaldi desde el siglo XVIII, y actualmente es la residencia del Principe Alberto II.

Y para los amantes de la Fórmula 1, Mónaco tiene un encanto especial. Nosotros no pudimos resistirnos y dimos una vuelta al circuito urbano montados en nuestro Corsa (igualito que un Fórmula 1). Era imposible imaginarse ir a toda velocidad por esas calles! si te descuidas un poco...te comes un edificio o un túnel.


En definitiva, Mónaco es un pequeño Principado solo apto para "adinerados", la clase obrera tenemos que conformarnos con hacer una visita exprés. Os recomiendo visitarlo, aunque no sería un lugar al que iría "de propio" (para los no Aragoneses, ir exclusivamente para eso), más bien es un lugar de paso.


PD: Perdonad la calidad de las fotos, la mayoría están hechas con el móvil.

2 comentarios:

  1. Este verano pasamos por Mónaco de pasada (de vuelta de Alemania), yo había estado en otra ocasión de pasada hacia Italia en el viaje de fin de curso, hace un montón de años y quería que mi novio viera todo el rollo de los coches de lujo, las señoritingas con abrigos de pieles etc.

    Coincidimos los dos en quee para nuestro gusto es bastante feucho todo, así que lo que tu dices.. un país de paso. Para mí el lujo tiene más que ver con la naturaleza, respirar aire puro y desayunar unas buenas tostadas con embutido autóctono jajaja

    PD: Es mi opinión, que ningún fanático de Mónaco se lo tome mal jajaja

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  2. Tati, si nos leyera la "jet set" se lo tomaría fatal, pero creo que lo haga, jajaja

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